vicente matijasevic.


 

ENERGÍA Y BRÍO EN MATIJASEVIC

(Octavio Hernádez Jiménes, escritor)

"Matijasevic confronta su pensamiento, duro de roer, con una técnica individual que, en su carrera, se va convirtiendo en hito. Es el artista más insatisfecho con la técnica que se pueda encontrar. No quiere nunca acomodarse a ella, sea inventada por otros o por él. Se inició experimentando con grabados en cemento que tuvieron un despliegue nacional e internacional inusitado. Pasó luego al grabado en cerámica de grata recordación en sus alusiones a la Conquista española. Ahora se mete con los computadores sin abandonar por nada el área clásica del dibujo..."

 

RESPECTO DE SU TRABAJO EL AUTOR EXPRESA:


"Investigué variados procedimientos de impresión artística durante 25 años, procesos que me llevaron al comienzo al grabado en cemento y al grabado en cerámica (con los cuales realicé 200 obras presentadas en cerca de 20 muestras individuales). Partiendo de ahí recientemente encontré una gama de sustancias ecológicas que tratadas adecuadamente, me permitieron algo que nunca supuse: Crear obras pictóricas en dos tiempos.
En un primer tiempo el trabajo se compone completa y únicamente en blancos y negros, consiguiendo en un segundo tiempo que un escaner (dispuesto para ello) interprete de diversísimas maneras esas mismas sustancias monocromas iniciales, para crear adentro del computador un colorido inusitado, variable y moderno. Proceso este no equiparable con los métodos tradicionales del boceto monocromo, toda vez que en él al pasar del boceto a la obra final, el trabajo completo debe realizarse de nuevo. A partir de este nuevo sistema conseguí respetar las acciones motrices, gestuales y rítmicas iniciales realizadas solo con blancos y negros, las cuales fueron exactamente reutilizadas en el computador, con el agregado en él de un colorido digitalizado. Todo ello me condujo pues a una acción pictórica que nunca se había supuesto posible: La creación bifucarda de forma y color, ahora totalmente autónomos e independientes entre sí, de tal suerte que en el momento compositivo de formas, luces, sombras y significados, la obra logra nacer en todo su más mínimo detalle, pero sin la intervención de ninguna suerte de colorido, para luego, en un segundo momento, llegar a crear, ubicar y hacer fluir el color encima de la obra monocroma inicial.
Este sistema, cuyo resultado he denominado “Dibujes”, pues parte de un acto totalmente manual-monocromo (y además externo al computador para completarse solo cromáticamente adentro del computador mismo), espero sea un planteamiento creativo fértil para las artes plásticas del siglo XXI, desde el criterio de que la historia de las técnicas artísticas está por un lado plena de técnicas menores numerosísimas que apenas subsisten al lado de un pequeño puñado de técnicas mayores que atraen estas últimas la atención de los principales creadores plásticos del mundo. Quiero posicionar “Dibujes” como una técnica mayor, aunque sé que para empezar a hacerlo debo impedir el equívoco de que aparezca como un proceso creativo de origen difuso, impreciso o sin una intencionalidad clara. Lo que he investigado en grabado, que como dije, produjo al comienzo el grabado en cemento y el grabado en cerámica y que ahora produce “Dibujes”, está asentado en el propósito de una reconsideración general del criterio del Original. Paralelo al desarrollo matérico, técnico y procedimental de estas técnicas y en particular de “Dibujes”, fue preciso además un desarrollo conceptual concomitante que se completó cuando construí el doble criterio del original tocado en primer lugar y del original visto en segundo lugar; haciendo alusión con lo primero a la obra original como objeto tocado directamente por un autor, y con lo segundo a la obra original como objeto visto por el autor cuando completaba la creación de la obra misma. Pues bien, ambos criterios (el del original tocado y el del original visto) nacen naturalmente entrelazados encima de un mismo objeto que denominamos el original a secas. Pero ambos asuntos el paso del tiempo irá implacablemente separándoles, al punto de que muchos autores del pasado tendrían hoy dificultades para no solo reconocer sino mucho más para aceptar como bien logradas sus propias creaciones, si pudieran verlas con el peso paulatino de los años, las décadas y los siglos que les caen encima. El envejecimiento de una obra de arte pareciera suponer un valor para los coleccionistas, pero ahora que la precisión de los archivos digitales apunta a detener ese envejecimiento desde el aspecto visual y a conseguir regresar fidedignamente no tanto a lo que un autor tocó, sino a lo que un autor vio al completar su creación, parece válido suponer que los coleccionistas podrían empezar a interesarse más en el original visto que en el original tocado. Pues bien paralelo a ese desarrollo técnico-conceptual, “Dibujes” propone un nuevo criterio de mercadeo para obras de arte bidimensionales creadas bajo su égida y por lo tanto consecuente con esas ideas: Las obras que están siendo vendidas se han desarrollado con los más altos estándares de calidad en cuanto a durabilidad y resistencia ante los más diversos factores que amenazan cualquier obra de arte bidimensional, incluyendo naturalmente las realizadas en las técnicas más tradicionales, factores que son entre otros la luz ultravioleta, la humedad, los cambios bruscos de temperatura, los hongos, los insectos y la contaminación atmosférica, contra todo lo cual “Dibujes” opone un arsenal de estrategias desarrolladas por técnicos de la impresión digital a nivel mundial que ofrecen durabilidades idénticas a las de técnicas de alta trayectoria histórica. Como si fuese poco el autor garantiza que cualquier deterioro incluso accidental (del tipo que fuese, incluyendo golpes, rasgaduras, efectos de incendios, inundaciones, etc.) de una obra de “Dibujes”, da derecho a su poseedor a reclamar un obra idéntica a la que recibió inicialmente, previa devolución de la obra destruida o al menos del sector de la misma que incluya la firma del autor, solo con el pago de un pequeño importe para su nuevo embalaje y envío. Así “Dibujes” garantiza a todo cliente que podrá seguir viendo sin límite de tiempo la obra que desde el comienzo vio y que llamó su atención, sin ninguno de los riesgos que el envejecimiento y los accidentes producen en las obras de arte tradicionales. Por favor hágame conocer cualquier inquietud u opinión al respecto que estaré muy agradecido por ello."