
«Grabar» viene de te palabra alemana «graben», que signifíqa cavar, o esculpir con un buril. El grabado nació pues como una actividad que por su acción manual se la ligó al acto escultórico de hendir o tallar algo en cualquier superficie. Ha de ser por ello que en numerosos grabados antiguos, debajo de cada estampa se lee «Sculptor» y seguido a esa palabra, está el nombre del grabador que realizó la matriz.
Se daba pues al termino «Sculptor» el mismo significado de «grabador». Como si el grabado perteneciese más a la escultura que al arte bidimensional. Pero poco a poco el asunto fue cambiando y la sociedad dejó de hacer hincapié en el hecho de que el grabado fuese una minúscula talla o escultura en madera o en metal, para pasar a corregir el asunto y a darle mas importancia al hecho de que el grabado servia para «guardar» (o memorizar) una imagen y reproducirla a voluntad cuando se lo precisara.
Luego ya en la reciente modernidad apareció el término «grabación», para designar la fijación de los sonidos y de la música que rápidamente se hicieron muy populares. Entonces ya «grabar» no fue solo una forma de almacenar una imagen, sino que fue una fqrma de almacenar también la música.
Ahora con el advenimiento del computador se «graban» tanto las imágenes cómo la música y los textos. Ya «grabar» significa entonces almacenar o memorizar afuera del cerebro humano cualquier cosa posible para reproducirla a voluntad.
Considerando esa transformación de tal palabra resulta obvio que si nos limitamos al dibujo, que fue el punto del que surgió el acto de grabar (para reproducir) veremos que en la actualidad todo aquello que grabe un dibujo, buscando reproducirlo, debe considerarse como forma de grabado en el sentido gráfico más original, siendo que según eso, «grabado» será pues toda sustancia que almacene una imagen dibujada y que valiéndose de algún equipo especial a su propósito, permita reproducirla.
Ha de ser entonces grabado, a grandes rasgos la xilografia, la punta seca, el aguafuerte, el linóleo, la litografía y la serigrafía, como medios tradicionales, y también lo será la fotocopiá, el scanner y la heliografía (en los cuales la matriz será el mismo dibujo original). Y además por generalización lo será también cualquier medio fotográfico que poniéndose al servicio del dibujo (y de la pintura por ser su derivado, capturen esa imagen para reproducirla a voluntad. Igualmente lo será cualquier otro material o cualquier otra técnica que sirva para los mismos fines. Debiendo por último incluirse ahora a las mismas imágenes por computador, pues en estas también será una forma de grabado el diseñó que se construye sobre la pantalla y que se «graba» para reproducirlo cuando se desee.
Ahora bien, reconociendo el hecho cierto de la enorme dificultad técnica que representa grabar y repetir una pintura con total exactitud cromática, (debido a la complejidad de ese componente colorístico), resulta que seremos aún mas exactos sí nos circunscribimos nuevamente sólo al dibújo. Aunque sea por circunstancias aparentemente subjetivas, toda vez que al día de hoy toda pintura pierde cuando se la reproduce, mientras que el dibujo siempre gana al reproducirlo. ¿Por qué razón? porque siempre que una pintura se reproduce por cualquier modo imáginable actual, toda su estructura cromática resulta tergiversada en mayor o menor grado. Y eso es obviamente una perdida. Pero el dibujo puede reproducirse con gran rigor técnico, siendo que gracias a esa reproducción, el dibujo en cierta forma gana alas, gana presencia social al repartirse por doquier y gana VOZ para decir «aquí estoy» y para superar el aislamiento de la imagen única que solo unos cuantos ojos pueden conocer. Ojalá la pintura pudiera reproducirse con igual rigor, pero hasta ahora todos los intentos, si lo miramos con ojo exigente, son más o menos infructuosos. Esperemos que nuevos avances técnicos por venir mejoren ese asunto para bien de la cultura en general.
Como paréntesis, manifestemos brevemente el mérito galante que le cabe al dibujo por partida doble. Por un lado, al haberle permitido al pre-hombre (al cavernícola), organizar a partir de unas líneas dibujadas, todo su andamiaje mental, para desde allí, ir dando origen al lenguaje, convirtiéndose por ello el dibujo en el primer acto humano propiamente dicho. En el acto psíquico que desencadenó toda la aventura humana. Por el otro lado, le cupo al dibujo el honor de servir como motivo y como causa del primer acto de memorización no mental capaz de multiplicarse. Guardar algo o memorizar algo afuera del cerebro humano para reproducirlo a voluntad, fue un logro que se estructuró por primera vez entorno a un dibujo; insistamos por ambas cosas, en las gratitudes debidas al acto dibujístico, como actividad extrañamente sagrada del acontecer humano.
Claro que muchos discreparán de este argumento en torno al grábado,diciendo que verdadero grabado es sólo aquel en el que el dibujo lo hace directamente la mano del autor sobre la matriz. Pero ello es inexacto porque en el aguafuerte (uno de los grabados más tradicionales), el dibujo no lo graba la mano, sino la acción de un ácido; y si un ácido puede hacer lo que debería hacer la mano, nada impide que también la luz (en el fotograbado) pueda hacer lo que también debería hacer la mano, quedando al aceptar a la luz como entidad capaz de grabar, rotas todas las fronteras, con lo cual ingresa así al mundo del grabado, todo aquello que sea capaz de reproducir un dibujo, incluida modernamente la mísma electricidad. (...)
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