Versos que Acompañan los Trabajos de Dibujes Poetico

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Dibujes en Poético |
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DIBUJES EN POÉTICO

AMASAR PRIMERO, REVOLVER LUEGO, ORDENAR SINTACTICAMENTE CASI AL FINAL Y POR ÚLTIMO AJUSTAR EL SISGNIFICADO, ASÍ SE HACE POESÍA SIEMPRE INTENTANDO SORPRENDER A LA LÓGICA.

TEXTOS SIN TÍTULO Y CON ORDEN EN
A ( de mi parte PARA LA MUJER)
B ( de mi parte PARA EL HOMBRE)
C ( de mi parte para mí CONFESIONES)
Dic. 22 2007

 

UNO (A)

luminosa mujer-cuerpo
que se entregó a qué favor,
enquillotrada en mi fiera
y que la tomo (re-tomo)
como recibiendo lo suyo
(exactamente ahí)
¿Mujeres para mí?
¡Hubieses del merecimiento!

UNO (B)

¿la vez? ¡ perforada!
¡Perdida!
¡trastabillada en su enorme orilla!
Perfecta por ayudaros...
pero perdida.
Sus resortes desprendidos de sus ganglios ...
y sus granjas ...
¡ y sus nervios !
¡ su carne entera desbaratada !
Sus ojos que tanto lloran
quitando al agua esa condición
que tu ambisión entresaca,
y su dureza
¡y tu inconstancia!
síguele el paso
para que al caer
no te tiendas bajo sus pies.
(Mujer hecha siempre
sobre un sintáctico
¡protegedme!)

UNO (C)

Yo que fungí de tuyo,
y que fungí de pobre...
y que fungí de rico
trepé en barrancos imposibles
plagados de esas astillas.
Híceme a oidas
y me gané el amor de las viejas
y esos ancianos,
pensando entonces solo,
solísimo y solo,
vacío del vicio de contemporáneos.
Yo, que trepando mugres,
inmiscuído en sótanos
nunca te temí
(desprestigio),
y dibujé en mi pecho
estas raras alas,
con las que subí y subí
a donde tú no estabas,
mientras (qué conejos)
cucaracheabas....
¡ Y yo adentro !
¡ indetenible !
y luego una luz... ¡y el agua!
todo, todo... ¡solo por verte las nalgas!
¡la enaguas!
¡fungí de tí!

DOS (A)

¿Temes ser la perfecta
toda-leche mujer del mundo?
¿y lo dudas dando?
¡Acunas una criatura incada
en una esquina de tu máquina de amor!
¡siempre tan pobre!
atornillada ahí
¡a tu rarísimo deseo!
como un doble otro-yo abnegado,
que conduce sus fuerzas
(temblando en ellas
desde su imperiosa sed)
hacia la exacta característica
ovillosa en la que
de tanto en tanto
(y en una ruidosa saña),
emperifolladamente
novilleas

DOS (B)

Tus triunfos
ignoran doblemente al ensortijado,
al que (tejiendo nervios)
gorilea en su alma
y desbarata en hilos
su minúsculo lugar
¡con qué cuidado!
Urdiendo tramas,
sistemas,
circulaciones secas,
en una nuevísima lucha
que antes de llegar
¡ se inflama !
y cortará en tres o cuatro
los surcos que le servirán para
enroyar
(¡cuánto os forzará a ser justos!)
solutos o líquidos
para tan urgida
comunidad de entrañas

DOS (C)

¿Elucubras adefesio?
¿intrigas aquí y allí?
yo que nací tres veces
una para mí y dos para mis hijos
y que desde la andadura
de un niño enorme recomencé
cerrando heridas
(¡cómo fracasar sin haber empezado!)
presentí el ritmo
para recorrer las líneas
que nunca ví,
o las que no tuve.
y voy ahora
trajinándolas mil veces
mientras la sangre va gritando
¡ raaa ja ja jaa jajaj ja¡
¿me tienes?
nada ambicioné
distinto
de soportar
toda esta extraña trampa humana
en la que ni el dinero
(que la trampa misma
hizo metálico, papeloso y tonto)
se salva
¿Elucubras adefesio?

TRES (A)

Seno por seno;
cuerpo que pesa en alma,
concupicencia
suave que lame
tretas centrípetas;
por ellas, la mujer en la mujer
hállase tantas veces
conversa de sí.
mientras los machos llamosamente,
¡incendian!
¡varonean!.
Mas tal hombre
¿Quién en su tripa de malísima política?
Y sin esa tripa (monedosamente lapidaria)
¿Qué le queda?
(interino-intierno sujeto, de inpolítico prontuario)
¿Qué le queda?
¡qué fracaso masculino estrafalario!

TRES (B)

Mil mujeres te llaman
mientras ligas
y vas gritando
¡ yesca ¡
¡mujeres que son cimientos
retruécanos, políticos,
estrafalarios pobres del mundo!
Siempre viene y siempre crece
el hondísimo secreto
que tránsita
al lívido sitio trashumante
de lo humano.
Digo pues al corazón íntimo
desde el cual toda esta bondad salta escenarios
(¡la bondad política esparcida!)
sin que nadie la reconozca,
ni la busque,
ni la nombre,
así, así ,
difusamente desilucionada
¡miserable!.

TRES (C)

Soñé la fémina ungida
en el parapeto
de su amada,
librada del hombre
que bebe sucio
en su malísima tripa
de malísima política,
entrabado en
afeminados
que (cómo van) se disfrazan de músculo,
de fuerza, de brusquedad, y tácito
soñé a Dios y al cielo
resbalando senos con senos
tibios, suaves,
rosados y morenos
¿me equivoqué?
Si la mujer triunfante
vende su truinfo
al primero
que desvergonzado muestra el anillo
en el que cierra
su sucísimo fundillo...
¿Qué hará la fracasada?
¿a qué viene que me digan
que el hombre y la mujer?
¡tal fiera masculina
(sexualizada)
ni siquiera consigo misma!
¡ tenerlo todo en nada !
fémina ungida
al parapeto de tu amada
¡emparapetada!

CUATRO (A)

Huyes con tu cuerpo glorioso,
con tu cuerpo sexual
que señala
cómo arrastras a tu paso....
¡ lo súcubo que se destrapa ¡
( imán ennegresido
por abusos en su uso)
entretejida, inocentemente unida
en tan difícil proceso,
arriesgas entidades
creyendo salvaguardar
los efectos de tu errancia
¡ otra vez más !
mujer hecha de puro cuerpo
dolida (al macho)
y extrañamente (no sé de qué)
¡ deseosa todavía ¡
inocente animal culpable
¡ entero !
arremolinado en hilos
¡y sudando!

CUATRO (B)

Allá van,
las perdiste.
¡Tanta espalda y tanto adios!
fluyen como animales;
hembras
que corren por tantas bocas;
comen, caminan, andan.
Ni alcanzan.
Por mucho que intentes huellas de sus olores
¿quién las quiere?
Si espiaras sus pasos
verías con qué fastidio
tasan las minucias en las que cargan
medallas, tamaños, papeles,
pañuelos, monedas, cartas.
Pobres mujeres que anhelando
de un pene el mundo
y mundeando
¡se quedaron sin nada!
¡peneando!

CUATRO (C)

¡Si hubiera estado en lo cuaternario!
si guiando manadas de hembras amadas
¡hubiese dado en tierras enamoradas!
pero los guerreros se adelantaron a mi azaña
¡para nada!
me hallé entonces
entre batallas, vandidos,
robos y desbandadas,
mirando bestias
¡yo que de bestia también estaba!
sobre prostíbulos, en hembras urdidas,
tornasoladas y trastornadas,
recelosas,
¡hieras!
¡siempre por nada!
Hoy que todas van (¡ cuida! )
buscando una tibia belleza
que luego se enojan
al entregarla....
¡si hubiera estado en lo cuaternario!
caberneando sitios,
desheredando sabios,
olvidando guerreros,
enrollando bellezas
labio con labio:
¡Pero no!
El guerrero guerreó,
impuso su vicio,
su sed del cuerpo,
su vacío,
no venció
a nadie
nunca.
Simplemente
enagenado
¡ irresistente !
guerreó

CINCO (A)

Madre
¿Quién cuidó de tí?
¿y quién hizo plegarias que flotan como fantasmas
para que tu cuerpo y tu espíritu
sigan luchando aquí?
Te zafaste
(reventadas tus nervazones);
creciste entonces en tu tamaño,
hiciste tuya toda la tierra
y el aire.
Y hallaste finalmente un minúsculo rincón
para erigirte en reina
¡Y lo hiciste!
¡reina de corazones!

CINCO (B)

Rezan...
¡ cómo tramarlas
sin esperanza!
sus cuerpos, sus formas
toda esa curba,
todo ese pecho que es músculo,
glándula que se entretrapa,
y se traslapa,
¡vaivén de piedras en las muchachas!
Ir pues revisando
todo el detalle
de tantísima perfección que clama al cielo
su escurridiza esperanza,
que quita a la postre uñas,
garras
y
(desilusionados por las vías laberínticas
y palabrosas de tanto drama)
¡ganas!

CINCO (C)

(Tantas veces rezaría por tí y por tí
si esas pechugas musculearan para mí).
Soy tu crio desvalido que te espera
madre mía
mantenme en lo que me diste
(la fé en tí)
con la que alimento
este rubicundo cuidado iracundo en mi vivir
¿argumentos
contra mí?
dadme descanso
yo que no finjo
ni me disfrazo,
pero que ignoro
qué hacer
con esta que caraquea
tan cara en mi propia cara
(que tu santo rostro me entregó un día).
Todos temen madre, sí.
pero voy en mí;
por eso te pido que me acompañes
Bueno...! nada se puede contra la muerte !
mas intecede ante mi padre para que
cubra mis actos y me proteja
contra todos estos agresivos barbaricoques
que juzgan
¡ y atravezañan !.....
(camaleones oscuros hasta los ojos
que juran que miran
¡ y creen que me engañan !)
sátrapas

SEIS (A)

¡Qué ganancias de mujer
justifican lo que empiezas a perder!
El poder y la sabiduría
empiedran
los senos que penden
del centro mismo
de tu enorme corazón.
Y extrañados de los encajes
que les acunaban como a bebés,
ya odian al saber que fluyes,
mientras aquel hombre que te veía,
alucinado,
sin molestarte,
(¡soberbiamete!)
terminó no hallándote
pues detrás de tus senos
¡ya no hay nadie!
(bueno...sois del dinero)
¡ya no hay nadie!
ni corazón, ni sujeta, ni cuerpo, ni alma,
¡nadie!

SEIS (B)

Tarzanéa el alma
abecedéa la pierna
¡calma y brama!
que se presente ante tí
cuál verdad tan poderosa
que enrollada va en tu gracia
(hombre que eres)
y ella que hembréa
en tu pobre nombre
y en prestancia de tu calzón
que intentando cubrirte
insufla en ella la gana
del bruto
que a nada huele
ni usmea
quieto...!enjuto!
¡ni tan siquiera mana!

SEIS (C)

¡igualada y amontonada!
las letras taparán tu nalga
y tus tetas (ensortijadas de bulbos)
mojarán ganas,
que musculatúramente
han de mostrar tu lado temible
¡espantosa, hirsuta!
¡guerrera enmarañada
de mañana!
como si no hastiasen los guerreros,
guerrearás tú también
otra vez (como ellos)
¡ nuevamente para nada !
del poder, sedientos brillan tus ojos
y duermes mal
mientras el culo frunces
añorando orgías
en las que a borbotones
retuerzas bichos
en territorios oscuros
de lo ilegal.
No hablo de un esfumarse del reglamento,
pero si un día nosotros todos
(todos, todos)
justos amaneciésemos,
tu sed por los derrotados
inventaría en inocentes
¡bacanales con sangres de tormento!
¡cuerpos, cuerpos para gozar!
aunque se mueran enarbolados
¡mentiraaaaás!

SIETE (A)

¿te escabuyes?
¿mientes?
¿prometes, intentas, dudas, regresas?
¿perdiste tu centro aquí y allá?
en tu hogar te sustituyeron las nodrizas
y en tu trabajo
¡ejerces nodriza de corazones!
¡ejecutosa enamorante!
Allá no te hallas y aquí no estás.
Trabajadora difusa...
¡ te has quedado sin mundo!
¡ nadie te entiende ya!
El dinero
te hizo promesas
que mal te cumple
¿quien te inventó?
propagandistas que siempre son hombres,
te han destrozado a su favor!
recurriendo a tu pasado ignoto
de bestia lasciva, promiscua, concupicente,
te dejaron sin hijos,
sin creencias, ni aportes,
muñeca de sangre que come y vive
en un lujo animaloso, puto, docto,
en fin...en lujo lujoso de sí!
¡vergonzoso!
hermosísima sujeta

SIETE (B)

¿ los feos?
¡ subrepticia su naúsea ¡...
estropeadas músculaturas
enrolladas en nada,
¡deshilachadamente ¡
que nombran,
cansan,
acusan,
¡ salvan ¡
La belleza agorriónolo todo
mientras lo feo...
grillo irsuto, incho,
manco, mocho...
asusta, hulle
huuuuúlle
tomado al cuerpo
como habitáculo
de esta (nuestra y tuya)
tururata esperanza
¡la del alma!

SIETE (C)

Ciertas maneras de la bondad
¡ cuánto amarles ¡
protegerles quisieramos
si no fuese porque Dios les cuida ya.
Construyen un raro dejo
un calzón
un hoyo
sin arriesgar
(hondos son mares)
¡ su extraña tranquilidad !
hablan, explican su condición,
sus fracasos
pero sin prestar un punto
de su sabio
conocimiento
¡sobre todo lo del mundo!
aaahhaaaá

OCHO (A)

Se enroscaron desde otros tiempos,
levantiscas invenciones
entre tu cuerpo y el mío.
Y lo recordado hállase trunco
de tantísimas maneras...
¿repercuten tramas perdidas?
Muchos bordes van cambiando
la manera en que vamos hechos
¡ay barro crudo!;
¿quién prendió fuego
en tu minúsculo punto interno?
la lluvia nos deshace y todo lo anterior
desnuda convulsiones
de tu extraño (y de mi extraño) corazón.

OCHO (B)

¡ Odres mujeres para tí !
¡ Odres mujeres para mí ¡
muchas auscultas,
y tantas lanzas;
ojos que enrrollan,
manos que asaltan,
que nubean del cielo
como una premonición
hecha y nada.
Carne quieta
¡ ahí ¡
abierta y espalda
tres cosas
¡tres camas!

OCHO (C)

Serpentean las culebras,
culebrean alimañas
¡ y tú en mi alma ¡
Mas el agua
( lustrosa y ágil)
vocinglera en átomos
piedrosos -piedresillas-
(o relámpagos),
bueno...
yo no digo que se pierda tanto esfuerzo...
solo que siendo lo malo
tan empecinadamente terco,
tan animalosamente seco
¡A dónde ir a corregir esos defectos!
¡Quién nos dirá: endereza ese pezcueso!
Yo que no sé cómo voy (con qué cuidad0).
Y que tampoco sé cuán mal me ayudarían
quienes mueven
esta rarísima inundación de inventos
( estruendosamente pluscuamperfectos )
pero bueno...esdrújulamente al menos...
¡Perdidos! ¡todos perdidos!
¡nosotros!
montados en la máquina cinética
que llora a chirrionazos
y que a culata aguanta desazones
de tantísimo dialecto
babelosamente enjuto
¡fuero!

NUEVE (A)

Sueños femeninos
van tantas veces
(y a poco)
dañando espejos
almáticos
de otras (muy otras) mujeres.
Tanto que
volverlas quisieras
empobrecidas a tu favor .
¿no has visto a la más pequeña?
¡Qué fácil reconoce
el retorcido borde azul
de tu lábil corazón!
dudas....(tu alma)
la usas....
pierdes....
te encabritas ensortijada
en el más mínimo hombre
que salte encima.
Tú que no resistes pregunta
alguna de la belleza.
Y que sufres al recordar
lo que en promesas
la belleza misma
te está ofreciendo.
Y que si por alguien brincas
¡ te entrelazas!
¡Enlazas!
¡Bazas!

NUEVE (B)

¿ Leonardéas para quién ?
Todo el detalle
de esa minucia que chorrea
¡ ganas ¡
Eres el mundo,
tu dama ama
tu drama se derrama
y en qué penacho concupicente
¡ todo se desparrama ¡
Miras
hablas
tienes servidores que te toman
sentado y con qué cuidado
anhelándote en besos ...
¿Mandas?
...Ya para qué...
¡pero mandas!

NUEVE (C)

Tú que cantas labias
te ví escondida...
¿en qué pensabas?
En un sueño disculpé el verte
para... ¡ Qué vergüenza conocerte ¡
gacela, atleta mía
huyes
huyes
por un tiempo en que nada será tuyo
y que nunca será mío;
pensé que te pajearían pajes
(entretegida)
pero iracunda
cultivas el vértigo de malechores
¡ miríadas ¡
No atinas a darles nombre
y ni siquiera a considerar que
(acaso en misericordia)
¡ les amas !
¡ pero les mandas !
y para mi comprobación de fórmulas
¡ inmundas fieras rabieras!
¡ cómo les mandas !
quizás por ver
la manera gelatinosa
de tu alma
¡ay!
postrada, floja,
demasiado joven
¡ todavía rara!

DIEZ (A)

Tu cuerpo suplanta la luna
(recordándonos lo perfecto)
y tu belleza de ahora
nos apabuya;
siendo tus sueños
los que administran
esta extraña hambruna humana
por la hermosura .
A tu pesar la belleza está visitándote,
a tu pesar te cargas de ella,
tanto que aclimatándola,
(acicalada incluso)
se te revela
insubstancial
menjurge,
geometría extraña,
que ninguna línea desilvana.
Piedras que fueron, vinieron y regresaron
y al fin se han desplomado
explísitamente en tí
(en tu forma que nos contorsiona de ansias)
amasando esas (las tuyas)
arrasadoras preponderancias
¿para quién vives?
¿quiénes ganaron?
¡tantos enarbolan su condición
encima de tan miserable bendición!

DIEZ (B)

El día en que tu pecho de hembra
creeeezca
como la luna
han de inflarse tus esperanzas.
¿Ves el universo cómo
(con qué cuidado)
se enrrolla punto a punto
en tu zona sacra?
Escretas mundo
escretas...
pero tu belleza
tanto se laba,
tanto te nombran tu salvación tejida
en la manosalva,
digo pues en el ardid urdida, repito,
de un golpe seco, que estando ahí
¡ Salva-nada !

DIEZ (C)

Centrípeta ilusión que circula,
ascendente, en derrededor
y sigue y sigue...
por el mundo
doliente
tornado y tormenta en centrífuga falsía !
y lucha y pulsa por las vueltas
¡ arriba y arriba ¡
mientras la fuerza del alma
(que a ella se sostiene)
con la mano
los calzones
mientras con otra hace bienes,
mantiene.
Excretas, digo yo, pero
¡ qué importa !
¡del todo y pecado
te salvan las tetas ¡

ONCE (A)

Mujeres de mil medidas
caminan toda la tierra,
(lances de estrépito en curbas vivas
espejeando sobre la luna).
En enjambres permearon
todos los puntos,
y acompañan ya a un hombre
que se hizo pobre,
y que ahora se enrosca aperplejado
en su triste hueco
(de bestia enorme)
en nombre
de sortilejios
desdeñados al fin de lo masculino.
Pero aún por esa bestia
la mujer afila ahora sus raras garras,
babea encima,
Mientras ella y él (por su lado)
pulverisan
todo lo humano
(que es más que los dos mismos
por que lso niños solo son niños)
macho y hembra pues,
adultos ya, groseramente
gozando en un tonto abismo.

ONCE (B)

Veis cielo e infierno
con tanto bigote luchando, tanta esbeltez,
y habeis visto también
como la cosa que era de ganas
está de seria
¡y amenazando!
Una exigencia ya pasada por muy orgánica
¡ y sobre-montada!
Todas las mujeres
inocentes,
sujetas,
postradas,
lascivas,
¡labativas! ¡ranas!
gordas
inmundas
olvidadas, por nada
pero...ah!
la atleta de tu alma!

ONCE(C)

¿ Qué pensaría
si viera los cielos plenos de usted ?
Me he imaginado
la tripa humana que fracasa
tristísimamente en tanta
miseria y todo su infundio
de malísima política,
¡ y me he movido un tanto !
Mas en cierto cielo
libre del susodicho...
toda la vista
vería la vía
que va al parapeto.
Por que te desbaratas, tibia unidad,
con que no haya (en la mujer)
ofensa mayor
que mostrarle entrepamientos
¡Sobredimensionadísima mujer....!
....que aruñas iracunda el mundo femenino
como si miles de machos
fueran objetos de qué trémula sed

 

DOCE (A)

¿Eres bella?
¿Lo dijeron así los hombres?
¿Te asediaron todos
intentando tomarte
como un guiñapo de sangre?
¿miraron tus elucubraciones orgánicas
e intentaron
atraparte,
morderte?
¡el pobre hombre que al ver tu belleza
solo cree poseerla
canibaliando atónitamente
en ella!
como moscos aplastados por el queso.

DOCE (B)

Antes de ser
¡Cuánto y cómo por vericuetos!
¡ y qué palabra!
mientras un sujeto negro
sin que le viera
(con tal cuidado)
paróse mudo en mi absorta espalda
y salté de un brinco y me dije
¡zaz!
¿cuándo ha venido lo que no es nada?
¡gata del monte!
¡universal!
¡galáctica!
se enrollan tus lenguas,
tus agujas
¡ tus mañas!
¡ tus raras marañas!

DOCE (C)

Gateas de pobre,
gateas afuera y retuerses los dientes
pensando que a fuerza de infelicidad
al mundo meterás por tus piernas.
Y que paso a paso te irás
amasando un sitio ideal para
fracasar.
¿Quién puso a verbos y sustantivos tal semejanza
para que te undas en terrenos indignos
como un animal?

TRECE (A)

El sexo todo lo crea
y todo lo destruye.
Ilusionados en él
dos enamorados se entrelazan
tantas veces ¡para siempre!
Y en su mismo nombre
aún el padre
destroza a su hija
que naciéndole suya
tórnala en espectro que no acertará
a entregar a nadie como Cristo el cuerpo.
¡El mismo sexo!
Impide él pues espirituar,
digo cerebrear en forma y ánimo...
¡nunca más!
¿Ardiéndo?
¡Solo ardiendo!

TRECE (B)

Palpita mi corazón
cansado y flabia
de ver tus curbas,
tus masas,
los botones negros que vienen y saltan.
Tu pecho
¡ y arriba !
con el zigzagueante curso que se te hizo sistema,
método
¡ y ganas!
ya que estoy viejo, me buscas;
¡y más viejo aún
me buscarás mañana!
¡para nada!
cuando joven...
impulsado de lúbricas elucubraciones
(por pobre y terneroso de mi padre)
¡ nada !
¡tampoco nada!
¡afortunadamente
nunca
nada de nada!
concupicencia impía
¡Rosalva!

TRECE (C)

Soy el numerólogo
que renunció a su oficio
curbado en un seno, una cadera
y un diente blanquísimo.
Postrado pues ante una risa
que nunca mostró
ningún temor al terror
(chapoleando en la luz).
Risa que escurrió lo oscuro
allá en su barriga sagrada,
que tiembla por dentro
destruyendo en tantos sujetos
sus terribles estertores lentos,
al punto que nunca al número dieron
ni siquiera
espacios
de decir:
“yo soy
de la numerosidad...
circunferencia
enclenque,
coca, hueca,
¡ y grandilocuente !
¡la falsa esfericidad!”

CATORCE (A)

Abnegación para creer,
para deambular
¡abnegación alimentándose!
mujer que pétreamente sufre,
que espera,
mujer de tierra,
de leche,
de viajes
y músculos;
pobre maravillosa mujer
que solo intenta
contribuir con lo acordado
¡para lo humano!

CATORCE (B)

Ahí está la tierra,
la madre vieja
que acabas.
cabes y cabas... ¡estallas!
tierra, mundo, letra, leche,
y el dolor de un pómulo
cuspideando al alba.
tanta nariz y respiración;
tanto enojo y dolor.
Números, máquinas, mentiras,
¡ farzas!
¿Diste la vuelta al mundo,
sin secarle
(aunque fuese)
una sola lágrima?
¡su duro cogote
que nada pasa!
¡habla!

CATORCE (C)

Inmunda vejez desolada
(que todo lo revuelve),
y que de un momento hace letras
y de letras, leches sin lugar.
Como al sol se te filtan
mil rayos intestinos, digo pues
intersticios,
¡orificios acuciantes !
que pese al quemante licor
puesto veraz en las venas,
nefastos ritmos en su crecimiento,
pasan de ocultos
esperando un punto en que
(hechos de lágrimas)
estallemos en un
¡núnca más!

QUINCE (A)

Mujer...
que de mujer a mujer reculas
¡ y acabas¡
por la tripa burra del macho
y su malísima jerga insolente
de esperpento estropícico político...
rajas al mundo,
estrújaslo al sitio aculto
donde se labra en nada
(en una nada desprestigiada
de abjurantes sujetas)
¿te igualas?
hembra a hembra...
trepadora de arañas
¡cómo te enrebañas!
lo justo
lo oculto,
lo inconsulto...
a todos aguarda
¿traicionarías
(trepadora contra otras mujeres)
a favor
de un macho venenoso
que paso a paso
(nauseabundamente)
a todo le miente?

QUINCE (B)

tomado el sexo
como la fuerza sin fin
que bien y mal
retuerce lo humano,
mil veces
(ese sexo, que cada mañana
renace impío),
dilucida el sufrimiento,
saltando del núcleo
que como un portento nos compagina
en su frenesí;
la mitad de las veces
van enamorados
e inyectados en odio la otra mitad.
Y tal complejidad
explota en las manos
de quien
(inocente),
asoma
la punta exigente
de un ¡corregidme!
en su espiral amorosa,
que bronca aquí
como una debilidad
que solo el rigor
alcanzará a dirimir

QUINCE (C)

Tanto mundo.
¡ Mudo de alabas !
En la tierra de luna
(tus curbas)
son plana vencida.
Pareces dura,
pero ¡ cómo te me ablandas!
a brincos...
¡harto me atragantan tus ganas!
Quisiera amarte...
lamerte en azucar reververada.
Pero sé que cansándome yo,
intactas mil veces vería
perennes tus ansias.
mas...no sé
¿Acaso la belleza,
herida
por esta sed que todo lo cambia,
a todas las bestias busca y halla ?
Por que de esa belleza,
(cual piedras lanzadas)
no eres culpable
aunque intentes amarla.
Y de mi parte...
¡ah los palabrosos fenómenos!
¡ah los enredajos de citas, intenciones y logros!
Conversantes asuntos que agoreramente espantan
y que en su improbabilidad...
¡avergüenzan los brazos del alma!

DIECISEIS (A)

¿Huyes?
¿y en tu huida cargas
del correveidile el punto intermedio?
la noche espera;
y aquí frente a tí,
alguien que te ama,
¡ ódiate también!
Dios, tus santos o algo extrañado
que por tu cabeza en el aire flota,
resistan;
amar y odiar lo que tu ojo mira
oscurese este asunto humano
doblemente y otra vez extraño,
que del abandono se entresaca
y lucha.
¿ es ?

DIECISEIS (B)

Conjuro en patas
hueso sobre hueso
retuerces,
tuercas,
cascajas,
jaspas,
zapatas,
tapas, (yo aquí)
y tu allá huyendo por quebradas
y por bosques,
indómito sujeto


DIECISEIS (C)

Ladronzuelos ví
cargados de arabescos
en bronce y latón
calzón y zapato al aire
que ivan y venían ¡ sudando !
pensando en almuerzos de nadería
(y yo perdido aquí).
En la basura del rio
y en el tesoro del pobre
que se han hundido
en mi compleja lucha
¡en mi canción!
En la canción íncuba
de mi corazón

DIECISIETE (A)

Sobre piedras,
en derrumbres de los hombres
que entre labios y por tímpanos
no fueron posibles para más,
botatones,
nauseabundos asuntazos
anunciaban lo podrido
(y el centímetro finalmente no pudo ser
encapsulado,
ocurrió esto: Que alguien asestó a golpes
vacíos de intención,
ciertos fríos
que maduraron
su dolor y el peso.
Pues bien, tan escurridiza pobreza
que toca y toca
portón a puerta,
puerta a lápida
y lápida y corazón
de pecho en pecho,
hizo al fin creer
a cierta mujer
(quizás a la más bella),
que falta el sentido,
el paso, el logro, el ritmo
para un sistema
que en diminutivo
uchea asqueroso
a revoltijo.

DIECISIETE (B)

Por las maneras en que
sangra la mujer,
ella deviene dividida en Dios:
La que amarga sus sangres en hiel perfumada
porque acepta en ceros la perplejidad del ser,
(pues anonadante asume su ley);
y la que naufraga en su perplegidad
por que odia la estabidad orgullosa
en la que varonéa
el mal masculino.
Pues bien, ocurre entonces
que esta segunda sujeta
empuja al hombre a la guerra
para que al menor descuido
(ya el macho en guerrero),
¡sangre por su propia horqueta!
Tal segunda mujer
hizo pues de la guerra
no una treta ni un ardid,
sino el escenario machista
que ella misma acicala,
para estrujar al hombre a sangrar
en el intento de lo que la sangre laba
a las puertas de su vanidad;
(y que por lujo esa mujer administra)
ocurriendo que tantos varones
guerrean
jurando ser esa la vía presisa
que les lleva directo a la hombría.
Tú, pues, segunda mujer
Imaginas la guerra
como un aquelarre
que te une al hombre
desde túbulos
métodos, líquidos,
y circulaciones de ansias.
De ansias en las esperanzas.
Con la condición trágica de quién
caminando anda
y ¡zaz!
¡una patada.
en el centro del alma!
Si lo masculino va en vitalidad,
la segunda mujer confunde el oído y le indica:
“demuestra tu mérito
soportando el sangrar,
pues mérito supongo que hay en mi perplejidad”.
¡Pero nada se laba!
Nada se lubrica ni hubica en la lúbrica dureza
del acto guerrero;
perros sin perrera y perras
¡nada más!

DIECISIETE (C)

¡Te gusta el cuerpo!
enarbolado en tus armas
traspasado en tu sexo
¡claro que te gusta el cuerpo!
y te inunda de odio algún civilizado intento
que opone el arte a la guerra,
la palabra al ansia,
el galanteo a la saña;
aunque juras que con tus armas sostienes las
(para tí)
rudimentarias puertas del alma.
En fin
te espanta que el sexo esté entretegido
de enormes y arduas jugadas sin nombre
pudiendo ser una sencillísima acción
(digo pues) ¡ el procedimiento de una violación!
verde hasta el pelo
y rosado de ansias
¡calavereas en tu misma cara!
¡manoteas como un hada falsa
solemnemente disfrazada!
arepas, panes, huesos
piedras, dados, todo,
tu mano negra
lo envolata y lo crispa en lodo.
sin duda con gusto decisivo matas
guerrero miserable, inmundo,
tu presencia siempre tan llena
de una llaneza harto ascosa
¡de una dialéctica falsa!
que siempre retuerce la cara
mientras gira
como monedas
entre sucias costuras muy raras.
A todas las muchachas
alguien les dijo
que enarbolabas
al lado de tus víctimas
las güevas
y tu grande y pequeño
cerebro de colegiala!

DIECIOCHO (A)

Así...,
mirando al tiempo
vencerlo todo,
viéndolo en fin arrugarse
en la sensación que sana,
que marranosamente enjuta,
puta, ilvana.
Bueno...!qué digo!
sé que va a fruncir aquel
“Todo está podrido”
pero ¿adónde del decir
“¡bandidos!”?
en fin...
vendido y disfrazado en política
todo marrano hace tanto salta
en demasiado rey.
(¡la política que es la más vergonzosa tripa
que nos enrracima!).
Días vendrán que la harán máquinas
para librarnos de este estadístico suceso
que no habla de paises
sino de animalescas ambiciones
en crepúsculos grupusculares,
de clanes, mafias y falsísimas familias fascímilares;
es decir digo, de la sed de botones y bastones
y bueno... también del monóculo insolente
del marquéz ahorcado
con un hierro negro
en su boca iriente
¡ Marqués de Boca Negra de repente!
Pues bien...hace la mujer el juego
(hermosísima cómplice)
¡al poder! !al poder!
y a su lado el zumo del éxito
¡cómo se amontona!
se llama hacia adentro de sí
en sus doctos cables
entorchados mitad a mitad,
sean poderosos....
los dueños del dinero,
los enloquecidos en las armas,
¡ y los vandidosos estultos del conocimiento!
Mujer...lograreís llevar
algo...
( fuese un poco)
para tu casa
Aunque en realidad
es el arte quien nos salva.

DIECIOCHO (B)

Encaramelados de luces,
de juegos,
de vida,
de gozos,
sueñas que lejanos paises esperan abajo,
allá donde esplanas
zigzagueando en aires
en vientos, en aguas.
hasta que descubres
que la condición humana
te envuelve
vayas donde vayas.

DIECIOCHO (C)

Alardeas de alas
ante mí,
que hondas pasé
de tu alma.
Yo que por tu nombre
consulté una traición.
¡ Disimulas en nada !
pero bien sé con quién trato.
Yo que miré cómo
(aparte de mi padre,
santificado y centrifugado a todo vapor)
pretendiste ser
de las formas de mi vida ...
¡insolente!
Palabrean de vanidad
un decierto de ventiscas con arena fría
en tu seco corazón.
En fórmulas formulas
todo este esfuerzo humano,
pero se te escapa el núcleo
por dónde cerrar lo dicho !
yo, que bien sé con quién trato...
Pues en los momentos más graves
(fuesen dos o dos)
siempre, resentido y confuso
mostraste lo peor.
¿ Y si fuese malo también yo?
¿ Te convenció alguien
que tan solo un ángulo de mira
está radicado
en el nicho de lo dicho ?
Yo soy el cuidandero
de parques que transitan
uscitan
instan
visitan
¿ Qué te hice yo ?

DIECINUEVE (A)

Envuelves lo que tocas
cercenas los caminos en que andas,
enmarañados de significados astutos
(¡lo que pisas!).
¡Ay de instantes!
¡ay de discursos complejos!
¡fastidiantes!
enmaráñate más
ya que preparas
coartadas contra todos...
Y todos
¡cuán redondos!
ruedan por tus trampas.
Salvo el mundo que de tanto verte
te teje otras coartadas
más graves e insolentes.
cuando mires cara a cara
el escenario en el que tus juegos
ya no van
¿ con qué apostar?

DIECINUEVE (B)

Marchad, ¡ Marchad !
¡ Hea ! por toda la plaza
Machacad cualquier esperanza,
¡ Machacad ¡, ¡ Machacad ¡
¡ Forzósamente todo!
¡A la fuerza nos entedemos bien!
De estrategias
pasad a estratagemas,
de ellas a la trampa
y de las trampas a la guerra.
¡ Guerra ¡, ¡Guerra otra vez ¡
Con todos los dedos en la boca
contándole a esos tontos los dientes
¡ al derecho y al revés !

DIECINUEVE (C)

¡Hubo una corrida un dia!
no sé si son los borrachos
o las mujeres que gozan la sangre
que otros derraman
(orificios
de otros lugares)
¡algo!
un montón humano celebrando
un pase
un giro
¡casi media cornada de corazón!
muchedumbre de ... (iva a decir...)
muchedumbres que insisten (mejor)
por el rito de hacer sufrir
sin condición.
Como si ahí lo humano
purgara el asco
con el que la vida
a lo humano mismo cita...
insta...
incita...
¡para undirle estoques
muchísimo mejor!

VEINTE (A)

la mujer...
detrás de un giro,
¡un rio!
¡Y tú que te hastías del sexo esperando!
aguantando aguaceros
con esas bolutas de carne y sangre
fuerciando en nada,
intentando ensayos...
queriendo llegar y no
a un animaloso problema,
a un asaz panorama
(digo),
que mana por toda su vuelta ;
y que se ensardina en nada
y se ufana
de un reclamo
con su propio asunto
que nunca se acaba. Usufructúa.
¡Sexo, sexo sin ternura!
problema de carniceros
que lancean espaldas,
mercenarios sin otro remedio
que el cuerpo,
¡alma!

VEINTE (B)

¿contra lo justo
tejes para tí
egótico en la luz?
¡cuánto pesa ese sexo!
¡atorado en turbantes sucios que deseo!
Tu máquina rechina, mastica, braséa,
chirréa imposibles.
Y a menos que cedas,
cambiándote
en las mierdas de un extásis
que nunca se hace tuyo
(y que cuando más crees y le tienes..¡escapa!)
Gozo presuroso que perfectible luchas, trampeas, ¡gatas!
y de repente ..! uf !
tórnase asqueroso humo
untuoso, lloriqueante,
ido entre tus manos.
Pero bueno...
inténtalo otra vez
¡Sexea, sexea!
mísero esteta
¡entrégándote enterote
a las tretas de las tetas!

VEINTE (C)

Tu espíritu
(huidizo y pobre)
se escurre
en un falso amor
que asegura
redomarte.
En tamaño problema
jurarías dar al clavo
cicleando por la voladera.
Abres tus puertas al cielo
como un labadero en penas.
En tal época
(en la que al piñon se ha declarado un rey)...
paras sin remedio, envaradamente en paro,
descreyendo de la escencia
mayor y minúscula (total) de la ley

VEITIUNO (A)

¡ Guerras...guerras !
por doquier.
¡ Inundando la tierra !
menudas, prolíficas,
¡ vengan a ver !
la grandiosa foto del destripado menor
¡ y un ojo asido en el raspador !
¡ músculos lisos en torbellino !
trozos,
agujeros en abundancia
y sangre, sangre bendita
maldita de dolor
¡ qué espectáculo ¡
qué espectáculo caballero.
Nunca tanto se había visto
por tan poquísimo dinero
y mucho más...
¡ todo, todo a la mitad ¡
¡ y al por mayor ¡
Todas a nombre de lo justo
en la civilización,
y tantas a nombre de Dios,
en fin, todas en nombre de lo mejor,
mal servido y deshilachado
vengan a ver
Miren,
¡ justifiquen, por favor !

VEINTIUNO (B)

¿Venciste pobres?
Tu casco de guerrero ulula... pendula .
Miéntenos más. Otra vez miéntenos más.
Justifica cómo los paraste en barro,
dite que progresas, que dominas como matas,
asesino por costumbre
que alumbra y alambra sus oscuridades
gritando en el coco hueco de su oído loco.
Encaracólate en inmundicia
aunque nada te anuncie
¡marimierdote!

 

VEINTIUNO (C)

¿Quién hizo una indeleble farza
con la idea convulsa
que liga la hombría
con la matanza?
¿Quién al guerrero erigió
en núcleo no dudable
de la hombría en el sudor?
¿Quién,
trabajadores
o pensantes sujetos
hizo del sucio guerrero
disfrazado de estrella
la esperanza maldita
de toda región?
¿No es la hombría la del otro,
como toro que al toro mira
con cuidado y pudor?
La supuesta treta
de que asesinarlo limpiará la tierra,
quita el piso,
haciendo culto loco a la razón,
pues siempre razones (sobradas razones)
inundan de todo guerrero
un sector mugriento de su corazón.
Pero bueno.... ya de la hombría
llegamos al valor (¡a la ardentía!)
y la hembra lejos de contagiar al hombre
con su talento político
por él se deja infectar
de una sospechosa sed imbécil de matar.
Algo debe estarse perdiendo
en el terreno
humano
y esa pérdida hácenos
predeterminables fieras
¡ llanas !
¡ hueras !

VEINTIDOS (A)

I

Ella que yo
llora y ve,
danza y ve,
caracolea y llora;
(yo que ella)
lágrima mía
¡y para qué se queda!
ni sangrando se arregla
esta lástima
en un corrosivo corazón erosivo
queriendo olvidar
pero ya ni sé
qué será lo que es,
¡ni quién lo marcó de olvido!
separados y queriendo unirnos
y no sabiendo
ni lo recordado.
Ella que yo;
¡ no sé!

II

El hombre ataca al hombre
con músculo alguno;
la mujer a otra mujer
(curbeaderos de Dios...)
¡ataca también!
Pero ante el músculo líbido del hombre
las curbas en el pecho femenino
¡ terribles aletas demuestran ser !
halonazos de recuerdos
(reveldes y sin ley)
¡aún a la mujer!

VEINTIDOS (B)

I

¿Viste a la mujer flajelada de sí misma...?
¿Viste su serpiente escabullirse por el centro
de su mundo en sufrimiento?
¿Marcarías otra vez su carne
que desea temer y teme desear?
¿ Y que solo re-desea eternamente?
Del cielo para abajo
¡ qué despeñadero de ilusiones!
¡ qué padecimiento de intensiones!
¡ Date!
Lame
¡ ni la toques!
Desparrámale aguas,
líquidos.
ayúdala, perdónala,
ruega merecer todo su perfecto
tú que eres palabrería de podeeerrrr!
¡ inconclúsate primero¡
pon tus carnes en aceite
antes de que, otra vez
ruidosamente se desplacen
huyendo
iriendo

II

(dijiste un día)
“cuánto por una amante que filtrée para mí”
eso dijiste un día,
y sudoréas buscándola,
mientras ella
canta arias
que tu mal escuchas.
Deseador de la luz...
¡cómo animaleas!
¡cómo leoneas!
cómo miras, desvarías
por ese demonio sagrado y por ese Dios envainado...
cuando sea tuya, serás suyo
de ella, en ella, y sin ella...
extraviado de tí
llorador de un deseo que cuesta
¡que recuesta!
tan necesario
y extrañamente
imprescindible
¡insustituible hallazgo!

VEINTIDOS (C)

I

¡ Tanto zumbido¡
¡Tanto paso ¡
caminaste... ¡ se han movido ¡
todos por doquier vienen
Y detrás de su triste esfuerzo
¡anhélanlo todo!
luchan, desean
¿A dónde vas?
¿A dónde voy?
¿ Lo queremos?
¿ sabemos?
¿ No podríamos mermar un poco (tanto)
por mirarnos?
por convesar entorno a que todo
al final y de un tajo
inevitablemente vamos a perderlo.
¡existimados!

II

¿ Hicieron los simios arabescos ?
¿ Miraron por los rotos de las tetas ?
¡ Ni la encargadita de las panderetas !
y yo buscando amor
¡ aquí, allá y acuyá !
Acúsome de fallar....
De fallar digo en aquel
turbio asunto de lo sexual
pues en el otro amor
mi amígdala está repleta de corazón.

VEINTITRES (A)

¿ Sigue la mujer al hombre ?
¿ Hombrea en su nombre ?
¿ Cómo su espalda calaba ?
Pensar que han ganado
todas las bocas torcidas
¡ la desgana !
Mientras, (de miedo)
escabullida en olas,
en aires ... nos hace notar al fin
que lo femenino y lo masculino
nunca refundamos.
Siempre igual permanece
desde que la naturaleza
obligónos a esta difícil tarea
de lograr enamorarnos

VEITITRES (B)

Marcando el paso
¡ cómo huyes de tu amada ¡
de la mujer tierra, cuerpo,
arruga, lucha.
Corres...corres...
salpicas de barro al mundo
¡ A-l-tooó!
vúelvete, píerdete, no sigas,
ni derrotado siquiera triunfes
sobre los que te malpensaron.
¿Cómo miserias del acto inquisitorio?
angustiado tu rival iva a decirte
que mientras les vencías...!te perdiste ¡
hombre repticio
¡ derrumbante ¡

VEINTITRES (C)

A un doctor miserable
su propia viuda le mira el rabo
y él, muerto ya
huye y huye por su ciudad.
Está asqueroso y ella vacía
¡ quién pudiera poner su dedo,
digo pues, una huella digital
sobre esta copia de la verdad ¡

VEINTICUATRO (A)

Alargué
mi pie
y tu musculatura
formidable y culos
hecharon suavemente para atrás
Y tus átomos
cautelosos y políticos
(iva a decir “pusiste
tu nuevísimo pie sobre lo mío”)
¡Qué codicia cuidadosa!
tú, muerta en la vergüenza
en volteretas y en revueltas,
me sonreiste de lo dulce, tanto
que el animal enojado
digo, por lo dulce que me hiciste,
escarapeta parapetada y teta
¡tu orgía y la mía!
tu formidable política
¡me has pisado!
¡duro me has pisado!
carnosa y pulida
¡bellísima sujeta!

VEINTICUATRO (B)

¿Padre?
Cómo arremolinas sirviendo aquí y allá
cómo construyes, observas, ayudas.
Cómo se mueven para tí
y te mueves para ellos.
Conocerte, saberte, sentir tu padecimiento
y tu anhelo
¡luz del mundo!
te entregas, trabajas
por gozar del acto siendo.
Chicas para tí,
chicas para mí,
chicas para todos
(grandes chicas para todos)
perfectas, deseantes,
rosadas, amarillas y morenas.
Todas para todos
una a uno
como de Dios
siempre a favor
de quien te ve
padre... ¡papá!

VEINTICUATRO (C)

En un árbol del saber sufría,
y en el de la envidia....
¿ Qué de jesús?
¿ Saltó su e
ladero"abóbeda?
¿Y cómo el asunto llegó a ido?
tú que raseramente volabas
y que de monstruos
y pájaros recibiste consejos...
¿Qué del miedo a esa ciudad?
A tal musculatura
y tanta forma
de tan lúcida atadura.
Y luego
¡La verdad!
paradita,
pura,
con tan poderoso poder
inocente e imperioso,
que fue imposible agarrarlo
en contra suya.
Y el árbol saltó en cara,
la cara en músculo,
el músculo en vida,
la vida en ranas,
(en devanadas vanas).
Digo...en rábanas,
vanidosas rábanas sin solución.

VEINTICINCO (A)

¡Una mujer
protectora!
Músculo, fuerza, darse,
el acto de esperar (de carne hecho)
¡osamenta indescriptible!
¡compañera milenaria!
Tanto sufriendo en mi costado
y todos pensando que quiere engozoniarse
mientras ella ¡sufre a mi favor!
¡creyentemente!
amantemente convertida en toro,
¡portentosamente corporal!
Ni miro esa bestia oscura
que ausculta, que usmea,
linderos regionales,
pues una nueva madre
quiere luchar en la mía
(dirán modernidades
que no hay nadie así
o que quieren hombres
para obras de mujer)

VEINTICINCO (B)

I

Me habíais dicho
que trabajais
con el dinero ajeno;
y que con papeles tapais
los riesgos que
ingenuamente nulos
corren
tan pobrísimos
sujetos

II

En la farza de su fuerza,
en la inmundicia de toda su mundialidad,
en la justificación perversa
de tantísima pavesa,
perdióse el interludio
saltado e indiviso
en paso,
en brinco,
en desarrollo de imposibles,
mientras
cada quien
llenaba esa barriga
y su bosillo
y hacíase en hielo;
en hielo burocrático y cínico
por el que secretamente
han pulido las leyes
contra otros
(a favor todas de sí mismos)

III

Tenaz el colegiado,
escurridizo;
verbal y vocinglero,
locuaz y falaz.
(Desde el silencio que no entiende nada
y se avergüenza de estar vivo).
Abrebocas que no dice ni su nombre,
mientras pronuncia esos discursos;
y bueno...recuerdo tanto
tal esfuerzo
y el justificante picor
con el que celebramos
haber salido
del infierno.

IV

“Voy a justificarme
envuelto en babas asquerosas”
e hizo un quite
mientras algún gran sacerdote
(hubicándose un poco)
¡buscó apropiarse el beneficio!
Y al tiempo otro sujeto
convirtióse también en sacerdote
aprovechando un recio esguince.
Y además, los que nada trabajaron,
perdonaron su destreza con decir:
“! todo a fondo ¡”.
Y aquel nuevo sacerdote
sonrió y miróme
intentando un raro apoyo
mientras el antiguo repartía
¡bendiciones! ¡bendiciones!
No hablo de la religión
sino de toda la maestría
con la que una mala tradición se agarra.
“Entre todos los burócratas
partirán en dos al mundo”
me dije yo en silencio
“Y reventándolo
intentarán
colgarse con las uñas
de tan mal resbaladero.
Mientras cada reina silenciosa...
seguirá calculando y esperando sus almuerzos,
y sus ropas,
y sus autos,
y sus penes burocráticos
para esa vida
solo para ella esplendorosa”
Así me dije.

VEINTICINCO (C)

Paso a paso
salta tu corazón
con los fantasmas
pisando humano
...para que entremos...
pero
¡ tú bien sabes cómo estamos!
¡Todo por nada!
atrapados en una numerosidad
por la que adoratrices saltamos
(en nuestro seso coco y soso)
solo para hacer el juego
a quienes con esos números
otra vez se empoderean del
podeeeeerrrrr.
Aquí el tímpano
con su yunque,
su caracola interna
con su azadón
¡ y niguna máquina adentro!
...solo esta musculatura humana
que de tanto perder ¡ gana ¡
y de tanto ganar
se da el regusto
de otra vez
¡Zaz!
¡por nada!

VEINTISEIS (A)

¿Prostitutas?
¡ exageradas sin quererlo !
¿ O quién por ellas
un trazo así quizo e hizo?
¡ su cuerpo ¡
¡ sus formas ¡
tantísimo triunfo
perturbadoramente dicho;
tanto éxito gritado a voz de cuello;
¡ cómo aguantarlo!
¿cómo mirar de lado
si esa carne a cada momento reclama un beso?
lamer, adorar
las curbas que forman
rincones mundanos
en los que, perplejos,
intentamos reverencias
a la circularidad de Dios ¡
...Y si Dios curbea...
¡ qué hacer ¡
ni el hombre resiste
ni la dueña del músculo
que a su perdición asiste
aún por mucho menos, la pobre;
a ella, simplemente ¡ le lleva la marea !
y el hombre,
¡ la sobrelleva ¡ inundado de estupor
¡ la sobrelleva ¡

VEINTISEIS (B)

¡ Un fantasma recorre Europa !
y destroza
todo aquello
que humano baila
su baile humano,
y una pretención le asiste:
Que solo el dinero
¡tan lejos aún de todos!
(de t-o-d-o-s todos)
conduzca sus falsos tegidos
con qué raro ardid,
y le atiendan entonces
atados a los astilleros, los barcos
a los rieles, los trenes
y en los hospitales ¡ los humanos !
Todo en fin,
a su mano y control...
¡ Remachado !
¡ malísimamente remachado !

VEINTISEIS (C)

Mis dos más antiguas mujeres
(después de mi madre)
que siéndolo
nunca
(por su condición natural)
me vieran ensayar
mi acto primario de tartamudear
¡Perdidas!
Quién me iva a decir que un día
exigiéranme
no involucrarlas
a mi sana manía de mirar.
Todo por que le quité la máscara...
¡ a un psicoanalísis promocional!
¡ a una oferta de baratija
con algún enrredajo mental!
(siempre allá)
Cuchichean, alabracean,
bienvenidas,
enroyadas en cálculos
y suposiciones vacías.
Y al no permitirle a alguna
( hízose la otra socia en su empresa)
ser la segunda madre en mi acto principal,
¡paternal!
¡ Raaaáz !

VEINTISIETE (A)

Rosetón en flor
¡ curbas al sol!
¡Y qué musculatura!
¿larbas?
tu avaricia
¡ y el sabor ... alzado, trabajoso!
¡cómo me hubiera gustado
veros de igual a igual!
pero conjugas a una voz
tus deseos y el temor;
corres, te escondes, buscas,
fastidias
¡ tú ¡
que eres dueña de la sed
¡ Yo qué sé ¡
capitana de la fuerza
que está en todo.
Y que por su propia mano
¡ nunca nada¡
bueno, qué secreto
ha de ser el que
la naturaleza cumple sobre mí!

VEINTISIETE (B)


¿Qué le pasa al me?
¿Cómo en la ilegibilidad y al rincón?
¿Por qué inferir
amasando asuntos
que preponderan al mismísimo tenor?
¿por qué amorcillarse
y separarse o unirse de enojo
con tan enorme abril?
Y miestras tal dificultad transcurre
¡ La chica!
¡ la chica hermosa
humillantemente gozosa!
La chica-angel que madura
queriendo endemoniarse...
perfecta,
ísima criatura
que Dios la quisiera
para un solo beso.
Qué dirá Dios de hacerla...siendo suya....
¡y no poder lamerla!
Si madurara sin hacerse demonio
seco el coco de su corazón.
Y si se endemonia...gozosos los brutos
y ella ¡al fondo!
abajo,
gozosa y atónita de ser deseada,
perpleja de no hallar minúsculas líneas
para escapatoria alguna.
Sin salida
haciéndose el juego
de un ángel que logró endemoniarse
o de un demonio en pelambres pajariles
¡qué ángel!


VEINTISIETE (C)

¡ Diez mujeres he buscado !
¿Encontré?
Deambulé creyéndolas
sujetos desprendibles;
pero en su político cuidado
¡ cómo ordenan ¡
¡ cómo de otra manera ¡
¿ Ves que pasa el tiempo?
Y me pregunto si en verdad estoy haciendo
lo que fuera necesario.
¡ Lo necesario !
¡ Necesito lo necesario!
En un mundo parapetralmente armado
y en su suculento interior
¡ intensísimamente destrozado !
Mujeres para cuidar un alma
solo para mí
tan necesaria
(si alguien tambien y otra vez
quisiera)
por nada
¿Cómo vivir en un mundo serpentígero
sin mil madres?
háblame corazón.

 

NUEVOS BOCETOS

 

poema escrito aproximadamente en 1997
mi primer poema

I
Inmersos
todo el cuerpo,
sumergidos
del cogote
hasta la coronilla,
incluyendo las dos plantas de los pies,
en esta circunstancia envejecedora
en esta caracteristica de tener fuerzas
para perderlas
en esta estructura de estar
para dejar de estar
¡encharcados obligatoriamente!
nosotros los ricos
nosotros los hermosos
nosotros los defectuosos
nosotros los equivocados
todos en esta vanidad de actuar
mientras el tiempo
nos carcome
con sus errores graduales,
mientras el tiempo va
(desde pequeños traspies)
acercandonos a un traspie
escandalosamente grande.
Obnuvilados en secreto
por sentir
que todos nuestros padres
y todas nuestras madres
y nuestros abuelos
y los tios queridos
van empezando a perder
su durísima batalla
despidiendo con ella
una eternidad soñada,
vanidosamente acicalada.

II

a pesar de todo ello
nos ahogamos nosotros
(tú y yo)
en el raro gozo ficticio
de esa misma eternidad necesitada
impuesta en la abstracción estertórica del yo.
Por todo ello
ha resultado entonces natural
poner la espalda
todos y cada uno de los días
para cargar algún dificil problema
en nuestra atribulada cabeza
para sufrir alguna dificil labor
en nuestro corazón
estorbandonos como nos sea posible
cuerpo a cuerpo
idea a idea
ambición tras ambición.

III

turbios por el gozo narcizo
de creernos dueños del tiempo,
de no ver estos granos
que tropezón a tropezón
se tragan toda
esta posibilidad,
justificamos por ello
nuestro cotidiano estrujarnos
este cotidiano hacernos daño
aquel cotidiano abrirnos paso
tras una supuesta luz resplandeciente
destruyendo los ojos de todos los demás.
¿No es absurda
toda esta jauria?
¿No es absurda toda esta vanidad
de sufrir día por día
tras una felicidad
que nunca llega?.

IV
voy a hacer
una dificilisima pregunta
¡poned atención!
¿Quién o qué cosa
sostiene este desproposito?
¿Quién o qué
ambición
te hace justificable
este panorama cotidiano
mientras instante tras instante
tu pobre tiempo
y tu pobre posibilidad
se acaban para siempre?

V

y voy a responder yo mismo
a esta pregunta
aunque no tenga maneras
de explicar un porque.
Pero precisa la tierra que me creas
precisan los niños que me creas
las mujeres hermosas igual lo necesitan
por sus senos
por la blandura sagrada de toda su musculatura.
todo este acto de ver morir,
de ver envejecer
de ver agotarse todo
mientras tu mismo yo se sueña eterno
y desperdicias por ello
todo tu tiempo,
tiene naturalmente
una causa sutil
agujosa
construida con utilitarismo sagaz
esclavisante
desarrollada y adornada por siglos de abuso
por siglos de negocios
en los que algunos reyes todo lo ganaron
(para perderlo al fin)
y unos mendigos todo lo perdieron
(para perderlo otra vez).
Cadena que tintinea cual musica en los cielos
pero cadena al fin
que enrolla y circunda
y aprieta
y ahorca
y lascera
y corta
y hiere
y se hunde en la pobre inocencia
de tu ser:
la circunferencia enclenque
coca,
hueca,
grandilocuente
de la numerosidad.
¡lo matemático en general!

VI

dije no encontrar maneras
de explicar un porqué,
pero algo debo decir.
en el mundo en realidad
gustenos o no
todo se oxida
se craquela
se raja
se sulfata
se destruye
realiza saltos cuánticos
se desacomoda
cambia
envejece
nada de lo que el hombre ha hecho
mejora con el tiempo
excepto el licor
hecho para ver mal,
para ver lo que no existe.
y a la angustia
de comprobar
que nada se detiene
y que nada se repite
ha encontrado el hombre
un falso bálsamo estremecedor
un remedio (el ya nombrado: las matemáticas)
que acicaldamente se peina encima
de todas las pobres sortijas
del atribulado yo.
con esas matemáticas
el hombre sueña
que lo perfecto y lo duradero
no solo existe
sino que es
la esencia y el sustento
de todo lo que se desvanece.
¿que tal?
¡lo supuestamente perfecto
dando sustento a lo que se deshace!
semejante absurdo
permite al yo
asegurar el pecado
de creerse sin fin.
por ello
nos estorbamos agresivamente
ambiciosamente
prepotentemente
unos a otros
todos a todos
y cosechamos
el fracaso de un mundo
en el que mil muñecos dibujados
se rien con dulzura
mientras los verdaderos niños
miran atonitos,
confundidos
sorprendidos no por la maravilla
sino por lo estupefacto y frio
de un mundo que los llama
y cuando los tiene
como una pequeña forma
de cuerpo y amor
jura que no los necesita.
Dios esta
en los ojos atonitos
de los niños del mundo
que comprueban el fracaso lento y seguro
que el hombre se construye
Dios mira por esos ojitos menudos
y llora con ellos
de ver tanta equivocación reunida
yo tengo en fin otra receta:
aceptar que nada es igual jamás a nada
y que un segundo
no es un segundo
sino un pequeño tesoro que se va!

 

 

TREINTA Y TRES

Claro que recuerdo a Pessoa gritando
(despúes de los cincuenta)
que quiere...! ser pirata!
huir de la civilización
perder de la moral cualquier noción.
¡matar! ¡matar!
y recuerdo a papá
(despues de los cincuenta)
decirse escribiendo que le hubiese gustado
en salteador de caminos convertirse
en.....
¿qúe le pasa a los hombres despues de los cincuenta?
Acaso la sed de placer se funda en dos vertientes:
la ternura y el odio destructor.
la ternura construye, espera, procrea,
anhela hacer del mundo un paraiso
fundado su haceroso proceder
en la paciencia, la clemencia, el amor.
pero el odio se encabrita ante el proceso palabroso,
ante la incongruencia de lógicas
entre personas y personas
frente al yo,
y estalla en un fastidio nebuloso
por el cual la vía del deseo
se descubre atropeyadamente obstácula,
impedidamente núncula,
y se dice ¡qué imposible es pacientar tal territorio
en el que las logicas bondadosas se atragantan!
y como si fuese poco...
subrepticias maldades se disfrazan
y estorban lo mejor
¡no es posible!
¡reventad! ¡reventad! grita ese odio
y aunque nada pase y todo en protocolo frio
se sostenga
los deseos sí pendulan de un extremo en otro:
ya funciona mal el esperar, la paciencia y el amor
en los que se funda aquel deseo ternuroso
y llega la impaciencia,
una intencion violatoria corporal de la sangre
y la suciedad del otro
que se presume suponiendólo ¡todo! ¡todo!
en complicidades fastidiosas
con tanto territorio de imposibles para el bien.
Vuelvo y digo...
cual si el odio se planteara
que si el bien se presenta entorpecido
no puede ningún yo sostener todo este peso
de la vida sin la magia de cualquier clase de deseo
que domine o se intercale inevitable
ante el abismo
pues este mismo sostenimiento es desear
y (decia) si lo santo esta obstruido
¡pues que ingrese la maldad!
¡que no puedo (vuelvo y digo) vivir un solo instante sin la ejecutoria variopinta de ese verbo ignoto lúbrico, puro y maldito que se pronuncia así:
d-e-s-e-a-r!
cuidar o destruir, presiso es desear.
Bueno, esto a todos, jóvenes y viejos,
nos sucede;
pero despues de los cincuenta
se hace la psique una zorrosa estructura que descubre los caminos que mucho al bien obstaculizan
y no quiere esa psique esperar,
lloriquear en ruegos nada.
“Si el bien por las buenas no funciona
podría darse una esperanza al mal” se dice el yo.
Malísima estrategia que si a todos nos afecta,
ha de ser en la mente zorrosa despues de los cincuenta
el escenario en el que atropella más.
Aunque bueno, con el paulatino
debilitamiento corporal
esa propención cincuentona a la maldad,
poco a poco tórnase inocua
zorrosa acritud que deambula para adentro en busca de su propio mal.

TREINTA Y CUATRO

¿Recuerdas que todo era como de juego?
¿Recuerdas a papá contratando dos músicos negros
y que mientras yo enmudecía
interpretaban
la pollera colorá?
Todo era un humilde perseguir a la belleza
en un sonido
en una forma, en la luz de un rostro
o de un cuerpo.
Buscar la belleza por doquier
compartirla
gozarla
(Ese fue el regalo de Dios a los humanos).
Pero ¿Quién es el diablo?
Supongo una oposición entre la belleza del cuerpo
y la del alma.
La belleza del cuerpo todos la quieren
y pocos la tienen.
La belleza del alma
todos la admiran
pocos la envidian
y algunos
(cuando se tuercen en pos de la belleza del cuerpo)
la temen
pues solo ella ha de descubrirlos.
¿Quién es el diablo?
El diablo es el humano primero que deseó
la belleza del cuerpo
sin que hubiese belleza en su alma
(en la suya propia de buscador)
y que por no haberla en él
se negó a mirar o a interesarse si había belleza
en el alma de ese cuerpo así buscado
¡Ignorar el alma!
¡La suya y la agena!
Pero por ser el alma una sustancia difusa
fue dificil ignorarla
y ahi ese humano corpóreo
y embebido en capturar al cuerpo hermoso
tramó y acicaló las maneras
de ejecutar un invento inmenso
que hiciera de lo humano demonios:
El poder sobre el cuerpo en el que viaja el alma.
Si el alma es difusa no ha de serlo el cuerpo.
“Administrémosle”
se dijo el recien satán
enmudecido de perversidad.
Las almas no se administran
tan solo se intentan conformar.
Pero el cuerpo
cuan facil se lo ata
se lo flagela
se lo apresa
se lo encarcela
se lo sujeta
se lo violenta
se lo viola
se lo ignora en su sufrir,
mientras el diablo lo goza
por que ese diblo (por gusto)
desprecia que ese cuerpo (mientras viva)
carga un alma
Todo era como de gusto
y el sexo atado al poder inauguró un infierno en el que es raramente difícil nuestro vivir.
Siendo que antes era facil no solo vivir,
sino aún gozar
¡lástima!

TRENTA Y CUATRO
guerra

Está claro
cómo nombro
el enojoso
embrollo del fracaso masculino
en lo mundial
y en todas las toderías
que nos incumben
mal.
(La mujer solo ha esperado
en la algarabía guerrera,
que la sangre labe las culpas,
mientras se hace un lugar,
pero !las culpas no laban!,
no se llega a parte alguna
y el guerrero mujeriando, contagia
su turbiedad).
¡mentir oportunamente!
ese es el legado masculino
que todas las clases de guerreros
entregan a la política mundial
Y así ante la vulgaridad guerrera de lo varonoso,
tal mujer dobletea en esa vulgaridad :
disfrazar la guerra de un don masculino,
esperando solo
en la guerra misma
trasmútese al hombre en ser sangrador.
para que el hombre labe atrevimientos
de su irresistente actitud hacia lo que
(por doquier y sin su loca venia)
logra un movimiento,

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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